Los mercados mundiales sufren las consecuencias de los confinamientos por Covid-19 en China

1 年前

Los rebrotes de coronavirus, reportados en noviembre por las autoridades chinas, trajeron consigo cierres estrictos en las principales ciudades del gigante asiático. Los inversores temen que los principales puertos e industrias de la segunda mayor economía del mundo también vuelvan a sufrir bloqueos de sus mercancías y esto complique aún más la ya golpeada economía mundial que debe superar la inflación generalizada y las consecuencias de la guerra en Ucrania.

Mientras el resto del mundo ve los resultados de la reactivación económica luego de los confinamientos de la pandemia, las finanzas de China reciben otro golpe de los rebrotes del virus. 

El gigante asiático estuvo a punto de liberarse de los estrictos confinamientos cuando el 11 de noviembre el Gobierno chino anunció que iba a reducir las medidas de su política de Covid Cero, recortar la cuarentena y terminaría con la suspensión de vuelos, sin embargo, nueve días después, el país registró la primera muerte por coronavirus después de seis meses.

El anuncio de nuevos cierres en las principales ciudades del país no cayó nada bien para los inversores mundiales. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y varios expertos del área recomendaban a China relajar sus medidas para tratar de aliviar una economía mundial que ya soporta el peso de la elevada inflación generalizada y los problemas de suministro y energía por la guerra en Ucrania.

En este sentido, un nuevo cierre de los principales puertos de China puede complicar aún más la situación. Entre tanto, entidades económicas internacionales auguran un mal cierre en los números económicos de Beijing para el último trimestre de este año. 

Así lo explicó en entrevista para France 24 en español Raquel León de la Rosa, del Observatorio de Política China en Puebla, México:

“Creo que en este sentido uno de los aspectos importantes no solamente se generan en función de la especulación de commodities, como ya lo estamos viendo con respecto al tema del petróleo y cómo esta situación de los rebrotes genera mucha especulación, principalmente en el energético y como esto de alguna manera está mucho más agravado por la situación de la guerra en Ucrania, principalmente para algunas latitudes del mundo”.

Y es que China se salvó este año de la recesión, pero sus números no alcanzaron las previsiones de crecimiento que tanto esperaban.

En abril, el Banco Mundial pronosticó un crecimiento de entre el 4% y el 5% para China en 2022. Tiempo después, el Gobierno de Xi Jinping fue más optimista, con un 5,5%; pero ahora la entidad internacional prevé que la segunda economía del mundo se quedará en el 2,8% para fin de año.

De llegar a esta cifra y de confirmarse la ralentización, sería la primera vez, desde 1990, en que la economía china crezca menos que el resto de la región de Asia-Pacífico, en donde se espera un crecimiento del 5,3%.

“La proyección que daba el Gobierno a principios de año no tiene nada que ver con lo que hoy en día se ha proyectado y el hecho de que salgan estas entidades como las calificadoras a generar este tipo de escenarios no tan fortuitos para la economía china obviamente tiene un impacto a nivel global, principalmente en lo que ha sido la crisis de suministro que ha sido uno de los costos a lo largo de la pandemia”, apuntó León de la Rosa.

¿Qué países podrían suplir la demanda mundial de productos chinos?

En el ámbito económico, los analistas ya empiezan a hablar de posibles países que puedan reemplazar, al menos en una medida, los productos chinos que el mundo consume. La preocupación gira en torno a que ante el más mínimo problema en el gigante asiático, los mercados internacionales sufren grandes bajas. 

"Yo creo que economías como Polonia, Rumania, Hungría podrían insertarse en poder suministrar algunos de estos productos principalmente para el mercado europeo o la misma Turquía en esta misma dinámica, y tenemos economías del sudeste de Asia como es el caso de Indonesia, Filipinas o Vietnam, ojo, no acaparando toda la capacidad que tiene China hoy por hoy, pero que pueda entrar como contrapeso Corea del Sur en algunos aspectos".

Para el caso de América Latina, Brasil o México se presentan como una de las principales opciones para abastecer las necesidades globales que ahora están a cargo de Beijing, pues temas como la renegociación del T-MEC (tratado entre México, EE. UU. y Canadá) y los acuerdos de exportación de Brasil llegan a abrir la puerta a grandes capitales.

Como otra reciente noticia de las finanzas del gigante de Asia, el Banco Popular de China (PBOC) dijo que reducirá la cantidad de efectivo que los bancos deben mantener como reservas por segunda vez este año, liberando unos 69.800 millones de dólares en liquidez a largo plazo para reforzar la economía.